La salud visual es una parte importante de nuestro bienestar general, ya que nos permite realizar las actividades cotidianas y disfrutar de la vida de manera plena. Mantener una buena salud visual implica tomar medidas preventivas, como hacer chequeos regulares con un optometrista, proteger los ojos de factores externos y tener una dieta saludable.
Es importante reconocer los signos tempranos de enfermedades oculares y tratarlas adecuadamente para prevenir la pérdida de visión. En este contexto, se presentan algunas condiciones y términos comunes relacionados con la salud visual para ayudar a comprender mejor cómo funcionan los ojos y cómo mantenerlos saludables.
Se conoce también como ojo vago. Esta dolencia se presenta cuando el ojo, sin ningún motivo aparente, tiene pérdida parcial de la visión. Además, tiene la particularidad que esta baja visión no mejora, o más bien poco, aún con el uso de lentes. En raras ocasiones se presenta en ambos ojos.
Las ambliopías pueden ser funcionales u orgánicas. Las primeras se refieren al funcionamiento del sistema visual, es decir, aquellas que no son producidas por ninguna enfermedad o lesión ocular, como el caso de la ambliopía refractiva, la estrábica o la histérica.
En el caso de las orgánicas, éstas son fruto que el ojo padece una lesión, desorden o enfermedad. Como la catarata congénita o caída del párpado superior, o ambliopías ocasionadas por envenenamiento o la nutricional causada por una mala calidad de la dieta.
En el caso del astigmatismo, como la córnea no es esférica, los rayos luminosos se dispersan y, por tanto, la imagen que se forma en la retina es borrosa.
Estos trastornos son casi siempre congénitos, es decir, que se manifiestan ya desde el nacimiento y se ha observado que una predisposición hereditaria en su manifestación. Casi todos los astigmatismos son de nacimiento i es caracterizan por la deformación de la córnea.
Los síntomas de esta dolencia son debidos sobre todo al esfuerzo que tiene que realizar el ojo para mejorar el enfoque y a menudo se presenta después de realizar una actividad visual como leer, trabajar con poca luz, la luz inadecuada o de noche.
Es un problema fisiológico que nos afectará a casi todos con la edad y se manifiesta a partir de los 65 años. Consiste en la pérdida de la transparencia del cristalino.
El problema se puede corregir mediante la cirugía para extraer la catarata y reemplazarla con una lente artificial.
Es un problema fisiológico que nos afectará a casi todos con la edad y se manifiesta a partir de los 65 años. Consiste en la pérdida de la transparencia del cristalino.
El problema se puede corregir mediante la cirugía para extraer la catarata y reemplazarla con una lente artificial.
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad ocular degenerativa y es la principal causa de ceguera en personas de más de 50 años. Algunos de los síntomas que produce es ver borroso, ver líneas torcidas o ver una mancha negra en el centro del campo visual. Influye en la visión central directa, necesaria para las actividades de la vida diaria como leer, conducir o identificar a las personas.
Existen algunos consejos prácticos para prevenirla. Utilizar gafas de sol para evitar la acción directa de los rayos solares, incluso cuando esté nublado. También es muy importante llevar una vida saludable, con una dieta rica en frutas y verduras (col rizada, berzas, espinacas, etc.), evitar el sobrepeso, la hipertensión y el tabaquismo.
Para descartar posibles patologías se puede hacer un test (la rejilla de Amsler).
Más conocido como «ojos bizcos». Está caracterizado por la desviación involuntaria de los ojos, es decir, mientras uno de los ojos mira a un objeto, el otro se desvía en otra dirección.
Según el giro de los ojos podremos clasificarlos como estrabismos convergentes (si se produce hacia la nariz) divergente (si se produce hacia las orejas) o verticales (si es hacia arriba o abajo).
Es una disfunción binocular en la que el ojo no enfoca bien los objetos, habitualmente suelen verse dobles. Prácticamente, el 75% de las personas tiene forias más o menos importantes. Una persona con forias hace un esfuerzo continuo para converger sus ojos sobre el objeto para evitar verlo doble, lo cual se traduce en una fatiga visual.
Esta disfunción binocular puede resolverse mediante un programa adecuado de ejercicios.
El glaucoma es una de las primeras causas de ceguera en nuestro país.
Consiste en la elevación de la presión interna del ojo debido a una salida insuficiente del humor acuoso (el líquido que llena la cámara interior del ojo). Cuando el drenaje del humor no se realiza correctamente, éste se acumula y presiona el nervio óptico pudiendo producir pérdidas en la visión irreversibles.
Afortunadamente, si se descubre a tiempo y se trata, se puede evitar la pérdida de visión.
La hipermetropía es un trastorno de la visión en la que los rayos luminosos que penetran el ojo convergen en un punto posterior a la retina. Es decir, se trata de un defecto contrario a la miopía.
El ojo hipermétrope tiene dificultad para enfocar objetos que se encuentran más cerca, que son los que precisan una convergencia más elevada para ser vistos correctamente. Por eso, el problema principal de esta dolencia, y los síntomas más evidentes, es que el ojo capta una visión borrosa de los objetos cercanos.
La miopía es un defecto de la visión en el que los rayos luminosos que penetran en el globo ocular convergen en un punto situado delante de la retina.
Popularmente se la conoce como “vista corta” porqué permite ver a distancias cortas, a costa de ver mal de lejos. El miope es un especialista en visión próxima. Al contrario que el hipermétrope.
Casi todas las miopías tienen un componente hereditario y por eso, a menudo, cuando los padres son miopes los hijos acostumbran a serlo. Pero también existen otras circunstancias externas que las provocan: un exceso de trabajo visual o unas condiciones de trabajo poco favorables, como luz insuficiente. Ello puede provocar la aparición de la miopía y su desarrollo posterior.
La miopía se desarrolla durante la infancia y se estabiliza en la adolescencia. Es la conocida como miopía simple, la que las dioptrías no pasan de seis. En el caso de la miopía progresiva, es presenta menos que la anterior, pero es más importante, ya que se acentúa con los años.
Se produce cuando la cantidad y calidad de las lágrimas disminuye.
Esto ocurre con la edad, algunos medicamentos, el humo, la fatiga ocular, rechazo de algunas lentes de contacto, etc.
Las lágrimas son un elemento importante para nuestro ojo ya que lo mantienen húmedo
O vista cansada, es la disminución de la capacidad que tiene el ojo de acomodación.
La presbicia se detecta ante la dificultad de leer o escribir. Un signo típico de la persona présbita es la tendencia de alejarse del texto al mirar de cerca.
A partir de los 40 años es cuando suele aparecer la presbicia. Su aparición se puede deber a varios factores como la diabetes, la anemia, una alimentación pobre o incluso por el desarrollo de algunas profesiones asociadas a condiciones visuales en visión próxima, que aceleran la aparición del problema, como trabajar muchas horas ante el ordenador.
La presbicia aumenta hasta los 70 años, así que es recomendable hacerse una revisión cada dos años para adaptar las lentes a las dioptrías.